27 enero 2007

El ‘boom’ vale 145.000 millones de euros en bolsa: una de cada cinco acciones son de ‘cemento, asfalto o ladrillo’

Rubén J. Lapetra


Cemento, asfalto y ladrillo, mucho ladrillo. O lo que es lo mismo: constructoras, concesionarias e inmobiliarias. La bolsa se ha convertido en un hervidero de estas empresas empujadas por un boom inédito en la economía española y en la bolsa doméstica. A día de hoy, el 20% las acciones que cotizan en el mercado pertenecen a estos sectores.
La salvaje actividad financiera -a golpe de fusiones, adquisiciones, créditos y revalorización en bolsa- ha hecho que este sector se pueda medir de igual a igual con el financiero y que se convierta en el más representativo de las cotizadas españolas, por encima incluso de la energía y electricidad.
Según datos de Sociedad de Bolsas y Bolsa de Madrid, las compañías cotizadas en la bolsa española (excluyendo sicavs y Latibex) sumaban un valor de 390.000 millones de euros en enero de 2002. De ellas, tan sólo el 4% (15.000 millones) correspondía a constructoras, inmobiliarias o concesionarias.
145.000 millones de euros
En poco más de cinco años las cifras se multiplican y rompen la proporción: ya suponen el 20% del valor del mercado español.
La Bolsa española suma unos 730.000 millones de euros, mientras que la capitalización de las empresas de estos sectores alcanza los 145.000 millones de euros, es decir, diez veces más que en 2002.
Las energéticas (Fenosa, Endesa, Iberdrola, Gas Natural y Repsol) suman menos de 130.000 millones. Sólo los bancos, que agrupan acciones valoradas en más de 200.000 millones de euros, superan en valor a las cotizadas del ladrillo.
Gigantes de la talla de ACS, Sacyr, Ferrovial, FCC o Acciona, que encabezan Florentino Pérez, Luis del Rivero, Rafael del Pino, Esther Koplowitz o José Manuel Entrecanales, se han situado por encima de los 10.000 millones de euros de capitalización bursátil.
Están en primera línea mundial y han enfocado su reciente carrera corporativa hacia el mercado internacional, apoyadas, precisamente, en la fortaleza de su cartera de construcción e inmobiliario que ha vivido el mercado español en los últimos años.
Los titanes que están por venir
Además, estas holdings navegan en las grandes ligas con la compra de participaciones en Endesa (21% en manos de Acciona), Repsol (20% de Sacyr), BAA (64% de Ferrovial), Unión Fenosa e Iberdrola (45% y 12%, respectivamente, de ACS).
Las inmobiliarias se han encargado de romper esta proporción al poner en valor sus acciones: que parten de los 3.300 millones de euros de 2002 hasta superar los 50.000 millones durante los próximos meses, cuando entren a cotizar con todos sus activos los nuevos gigantes Reyal-Urbis, Inmocaral-Colonial-Riofisa, Realia, el rally de Astroc, las ampliaciones de capital, las OPVs… También cotizaran las filiales de autopistas y concesiones de Sacyr y FCC: Itinere y Global Vía.
A estas alturas, la espectacular exposición de la bolsa española al mercado inmobiliario se concibe como su principal riesgo, según los expertos. El temor proviene del ciclo alcista de los tipos de interés en Europa, que se encuentran por encima del 4% (euribor) y camino de su mayor escalada desde el año 2000, cuando superaron el 5%.
El incremento de los tipos emprendido en Europa en diciembre de 2005 está enfriando, por un lado, el mercado inmobiliario y, por otro, restando liquidez financiera a las empresas del sector en sus aventuras corporativas. ¿Qué pasará cuando se acaba la barra libre de crédito? Su endeudamiento será un factor clave en 2007.

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